El proceso de hidrocorte se logra a través del chorro de agua a alta presión generado por un equipo de impulsión, el agua se convierte en velocidad a través del cabezal de salida que luego crea una corriente tan fina como el hilo de un cabello.
La alta velocidad del agua puede cortar casi cualquier material. Cuando se utiliza la técnica de corte abrasivo, el material abrasivo se une al agua aumentando la presión lo que origina una velocidad de corte más rápida, a partir de aquí la corriente de chorro abrasivo penetra a través del material y lo corta.
Nuestro equipo de corte robotizado es sumamente eficiente en espesores que van desde 1mm hasta 3000mm, logrando un corte de calidad, preciso, limpio y sin imperfecciones, lo que genera un buen acabado de la pieza.
Estructuras de acero.
Depósitos.
Injertos de tuberías.
Desmantelamiento en zonas clasificadas como atmósferas explosivas.
El proceso de hidrocorte no genera gases con lo cual es ideal para desarrollar trabajos en atmosferas explosivas.
Con su uso se disminuye el riesgo de explosión y la exposición de los trabajadores a contaminantes específicos (gases).
Las operaciones de hidrocorte no requieren la instalación de casetas RIE y el cumplir con los protocolos de trabajos en calientes requeridos en zonas clasificadas como ATEX.
Los equipos y sistemas de corte son automatizados y controlados a distancia, restringiendo la presencia del trabajador en el área de corte.
Corta prácticamente cualquier material.
No necesita ningún proceso secundario para mejorar los acabados de las piezas donde se corte.
Ahorro en el consumo de materias primas requerido en otros procesos de corte.
Reducción de la emisión de polvos y gases peligros a la atmosfera.
El corte con agua es un proceso en frio que elimina la generación de escoria y virutas de desechos.
Los productos abrasivos utilizados, así como el agua, se pueden reciclar.